Filosofía Afilada

14 de ene de 20201 min.

Rosa Luxemburg (1871-1919)

En Rosa Luxemburgo se encuentran dos virtudes que podrían parecer incompatibles: fue al mismo tiempo una exigente librepensadora y una revolucionaria comprometida. Por esta razón, y por la ausencia de una obra sistemática, no es fácil encasillar su pensamiento. Rosa Luxemburgo criticó con rigor tanto al imperialismo capitalista como a la socialdemocracia, a Trotsky y a Lenin.
 

 
El texto escrito en 1918, “Sobre la revolución rusa”, es un ejemplo de ello. Luxemburgo lo escribe porque cree que “lo que podrá sacar a luz los tesoros de las experiencias y las enseñanzas [de la revolución rusa] no será la apología acrítica sino la crítica penetrante y reflexiva.”
 

 
Mientras estuvo en prisión en Alemania, siguió atentamente los detalles de la Revolución de Octubre (1917). En este texto, de índole principalmente histórico-política, Luxemburgo rechaza la distribución individual de la tierra entre el campesinado y la autodeterminación nacional de los pueblos, y al mismo tiempo critica a los bolcheviques por anular la Asamblea Constituyente y despreciar algunos mecanismos de la democracia representativa. Es en el contexto de esta crítica que escribe la frase citada. Las libertades que defiende, en concreto, son las de prensa, asociación y reunión. La meta que ello persigue es una democracia sin límites: la participación popular más amplia posible.

Bonus:

"Sobre la revolución rusa" (Texto completo de 1918)

"Red Rose" (Novela gráfica sobre la vida y obra de Luxemburgo en inglés)

Archivo virtual de Luxemburgo

Fundación Rosa Luxemburgo (web en inglés / alemán)

#Luxemburg #Marx #Lenin #Trotsky

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