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Chomsky: "En el fondo, es una falla colosal del mercado"

Entrevista con Chris Brooks (10 de abril de 2020)

Publicada en inglés por Jacobin Magazine


En su última entrevista, concedida a la revista Jacobin, Noam Chomsky reflexiona sobre las causas estructurales de la pandemia de Coronavirus, las acciones del gobierno de Donald Trump, una "coalición reaccionaria internacional", y las posibilidades del resurgimiento de un movimiento laborista. Chris Brooks [CB]: Quería comenzar recogiendo sus ideas en general sobre el momento sin precedentes en el que estamos. Estamos claramente en medio de una pandemia y una recesión globales a la vez; y, ahora mismo, millones de personas en los Estados Unidos se encuentran sin trabajo y sin seguro, mientras nuestro sistema de salud está sobrecargado y carece de todo para siquiera acercarse al número de camas de hospital, ventiladores y equipo de protección personal necesario. Podríamos pasar treinta minutos solo en esta pregunta, pero ¿podría indicarnos, en unas cuantas líneas, cómo entender el momento actual en el que estamos y las decisiones políticas que nos trajeron hasta aquí?

Noam Chomsky [NC]: Bueno, en primer lugar, debemos reconocer que, a menos que vayamos a las raíces de esta pandemia, volverá a suceder, probablemente de peor forma. Simplemente debido a las manipulaciones del sistema capitalista, que buscan crear las circunstancias en las que esto será peor, solo para su beneficio. Podemos verlo en la ley de estímulos económicos, entre otras cosas.

Ahora, en segundo lugar, debido al calentamiento global que continúa y ensombrece todo esto, nos recuperaremos bajo un gran costo. No nos recuperaremos del continuo derretimiento de las capas polares. Y si usted quiere comprender como el capital contemporáneo ve esto, mire el presupuesto de Trump. Es verdad que éste es un extremo patológico de los sistemas capitalistas normales, y tal vez no sea justo usarlo como ejemplo, pero es con lo que estamos viviendo.

Así pues, el 10 de febrero, mientras la epidemia arreciaba, Trump presentó sus propuestas de presupuesto. ¿Cuáles son? Primer punto: seguir restándole fondos a los elementos sanitarios del gobierno. A lo largo de su gobierno, Trump ha estado cortando los fondos de todo lo que no beneficia al poder y la riqueza privados, al poder de las corporaciones. Todos los segmentos del gobierno que tienen que ver con la salud han sido desfinanciados. Él ha aniquilado programas, todo tipo de cosas.

Sigamos con ello: 10 de febrero. Hasta ahora, desfinanciamiento de los Centros para el Control de Enfermedades (CCE) y otros segmentos del gobierno que tienen que ver con la salud. Pero también hubo incrementos en el presupuesto que lo compensan: más subsidios a la industria de combustibles fósiles. O sea, no solo matemos tanta gente como sea posible ahora, sino también intentemos destruir a la sociedad en su conjunto; eso es lo que significa, básicamente.

Por supuesto, hubo más presupuesto para el ejército y su famoso muro. Pero aquellas dos cosas resplandecen como una indicación de la criminalidad que es, primero que nada, endémica, pero que resalta en la Casa Blanca sociópata, destaca radicalmente. Por supuesto que Trump no puede ser inculpado de todo esto. Esto viene de antes, y más vale que pensemos en ello.

Después de la epidemia de SARS en 2003 (un [tipo de] coronavirus, también), era bien sabido entre lxs cientificxs que otras recurrencias de uno u otro coronavirus tendría lugar, probablemente más serio. Bueno, saberlo no es suficiente, alguien tiene que hacerse cargo del bulto. Ahora bien, hay dos posibilidades. Una pasa por las farmacéuticas, pero éstas siguen la lógica capitalista normal, que es hacer lo que mañana genere ingresos. No les preocupa el hecho de que en un par de años todo vaya a colapsar. Ese no es su problema. Así que las farmacéuticas no hicieron nada, esencialmente. Había cosas que podían hacerse. Había mucha información circulando, lxs científicxs sabían qué hacer, pudo haber preparativos. [Pero] alguien tiene que pagar por ello, no las farmacéuticas. Bueno, en un mundo racional, incluso en un mundo capitalista anterior a Ronald Reagan, el gobierno habría podido hacerse cargo.

Esa es, más o menos, la manera en que se erradicó la polio: a través de un programa iniciado y financiado por el gobierno. Cuando Jonas Salk descubrió la vacuna, insistió en que no haya patentes. Dijo “tiene que ser pública, como el sol”. Eso sigue siendo capitalismo, pero es capitalismo regulado. Eso fue terminado de golpe por Ronald Reagan. “El gobierno es el problema, no la solución. Legalicemos los paraísos fiscales. Legalicemos la readquisición de acciones (que cuestan decenas de trillones de dólares al tesoro público y son robo puro)”.

El gobierno es la solución cuando el sector privado está en problemas, eso está sobrentendido. Pero si se trata solamente de que la ciudadanía necesita algo, el gobierno no es la respuesta. Así que, de regreso al 2003, el gobierno no podía hacerse cargo. En realidad, se hizo cargo en una mínima extensión, y ver lo que sucedió después es muy revelador. Obama, después de la crisis de Ébola, reconoció que había problemas: “tenemos que hacer algo”.

Obama hizo varias cosas. Una de ellas fue tratar de comprar ventiladores. Los ventiladores son el gran cuello de botella en el sistema ahora mismo. Es lo que está forzando a lxs enfermerxs a decidir a quién matar cada día. No hay suficientes, aunque la administración Obama encargó, en efecto, el desarrollo de ventiladores de alta calidad y bajo costo. La compañía fue rápidamente comprada por una más grande, que dejó de lado el proyecto (éste competía con sus propios ventiladores caros) y luego se volvió al gobierno y le dijo que quería salirse del contrato porque no le generaba ganancias suficientes.

Eso es capitalismo salvaje. No es solo capitalismo, sino capitalismo neoliberal. Se pone peor. En enero y febrero de este año, cuando los servicios de inteligencia de EEUU llamaron a la puerta de la casa blanca diciendo “oiga, hay un problema, haga algo”, no se podía hacer nada. Pero la administración Trump estaba haciendo algo, a saber, exportando ventiladores a China y otros países para mejorar la balanza comercial. Esto continuó hasta marzo.

Ahora las mismas compañías productoras y de transporte que estaban enviando los ventiladores los están trayendo de regreso: doble ganancia. Con esto convivimos. Y así se puede seguir fácilmente. Por lo tanto, si usted mira nuevamente el asunto completo, en el fondo, es una falla colosal del mercado. Los mercados, simplemente, no funcionan. Puede funcionar para vender zapatos algunas veces, pero si algo significativo sucede, no es su problema. Estos tienen que operar como Milton Friedman y otrxs señalaron: por pura codicia. Se hacen las cosas para el bienestar y la riqueza propios, nada más. Es inherentemente un desastre. Hemos tenido tantos ejemplos, no tengo que pasar revista. Es, en principio, una falla del mercado. Después viene el martillazo extra del capitalismo salvaje, el neoliberalismo, que hemos sufrido en todo el mundo por cuarenta años, [y] va más allá de los ventiladores.

Los hospitales en los EEUU tienen que ser administrados según el modelo empresarial. Es decir, sin ninguna capacidad de reserva. Esto no funciona ni siquiera en tiempos normales. Y mucha gente, yo incluido, puede testificar acerca de ello en los mejores hospitales. Pero de una manera u otra, “funciona”. Aunque si algo va mal, nos hundimos, mala suerte. Tal vez eso esté bien para la producción de automóviles, pero no funciona para el cuidado sanitario. Nuestro sistema sanitario en conjunto es un escándalo internacional. Pero el modelo empresarial hace de éste inherentemente un desastre.

Y algunas de las cosas que sucedieron son simplemente muy surreales para discutirlas. USAID tiene un programa bastante exitoso para la detección de virus en poblaciones animales, poblaciones salvajes que están entrando en contacto más cercano con los seres humanos por la destrucción de hábitats y el calentamiento global. Estaban identificando miles de virus de enfermedades potenciales, trabajando en China también. Trump lo desmanteló. Había estado desfinanciando USAID, pero luego desmanteló el programa, con un timing exquisito, en octubre.

Podría seguir y seguir. Esta es la imagen que uno puede hacerse: un puñado de sociópatas sádicos en la Casa Blanca intensificando fallas profundas del mercado que vienen desde hace mucho. Y ahora se están intensificando. Los ricos no están esperando para ver cómo construir el próximo planeta; están trabajando en ello ahora mismo, asegurándose de que les salga de la manera correcta. Más subsidios a los combustibles fósiles, destruir las regulaciones de la EPA [Agencia de Protección Ambiental] que podrían salvar a la gente pero que dañan las ganancias. Todo esto está teniendo lugar en nuestras narices y la pregunta es ¿habrá fuerzas de oposición? Si no…

CB: Antes de continuar con la discusión acerca de los movimientos populares y cómo luchar contra esto: en la discusión sobre las fallas del mercado, [estas] parecen combinarse con el legado del racismo institucional de los EEUU, y lo vemos manifestarse en el impacto desproporcionado que el coronavirus está teniendo en las comunidades negras. A su parecer, ¿cómo deberíamos entender esto?

NC: Podemos entenderlo regresando cuatro siglos al tiempo en que los primeros esclavos fueron traídos. No quiero tener que recorrer toda la historia, pero el sistema más feroz de esclavitud en la historia humana es la base, gran parte de la base, de la prosperidad de los EEUU.

El algodón fue el petróleo de los siglos 18 y 19. El algodón barato era necesario. Eso no se consigue siguiendo las reglas que se enseñan en la facultad de economía. Se consigue con esclavitud feroz, brutal. Esto sentó la base, obviamente, para la producción textil, financiera, comercial y de venta minorista que continuaron a lo largo de gran parte del siglo 19. Finalmente, la esclavitud se terminó formalmente durante algo de 10 años en el periodo de Reconstrucción [1868]. Después hubo un acuerdo con el sur de que podían seguir exactamente como habían hecho antes. Uno de los mejores libros en el tema, Slavery by Another Name, [demuestra] las medidas tomadas para, básicamente, criminalizar a la población negra. Así, al tipo negro parado en una esquina lo multan por vagabundeo. No puede pagar la multa, entonces se va a una cadena de prisioneros [chain gang].

El resultado final fue esta gran revolución de la producción de fines del siglo 19, inicios del siglo 20, largamente construida sobre [algo que] no era llamado "esclavitud", pero [era] la propiedad de la población negra por parte del Estado. Es mucho "mejor" que la esclavitud. Si se tiene esclavos, debe mantenérseles con vida. En cambio, si se les pone en prisión, es el gobierno el que los mantiene vivos. Usted simplemente los toma cuando los necesita, y no hay nada como falta de disciplina o protesta ni nada parecido. Esto siguió así hasta aproximadamente la Segunda guerra mundial. En ese momento hubo trabajos, la gente tenía que trabajar.

Pero luego llegan nuevas formas de esclavitud forzosa. Hacia fines de la década de 1960, las leyes federales de vivienda requerían segregación. Había mucha vivienda financiada públicamente en los años 50. Levittowns y demás, pero para blancos, no para negros. Senadores liberales votaron a favor de esto, lo odiaron, pero votaron a favor porque no había otra forma de lograr pasar ninguna legislación sobre vivienda pública.

EEUU tenía leyes antimestizaje durante la década de 1960, tan estrictas que los Nazis las rechazaron. Después, [esto] toma otras formas. La Corte Suprema esencialmente hizo lo que el gobierno hizo hacia el fin de la Reconstrucción: dijo a los estados del sur “pueden hacer lo que quieran”. Estos eliminaron la Ley de derecho de voto.

Acabamos de ver esto [nuevamente] hace algunos días en Wisconsin. Increíble. Si usted quiere ver la democracia aplastada sin más, mire lo que pasó días atrás en Wisconsin: el gobernador demócrata, sensatamente, quiso retrasar las elecciones primarias y extender el voto ausente; nada podría tener más sentido. [Ahora bien,] Hay una legislatura dominada por republicanos que tiene una pequeña minoría de votos, pero que con fraude obtuvo la mayor cantidad de escaños en la legislatura republicana. Llamaron a sesionar. No creo que los republicanos se hayan siquiera molestado en aparecer. El líder de la mayoría simplemente llamo a la sesión y la cerró. No consideró la propuesta del gobernador, apoyada por la Corte Suprema.

Esto está diseñado para asegurar que lxs electorxs minoritarixs, la gente que no puede llegar fácilmente al lugar de votación (en su mayoría demócratas), no vote. Los ricos, la base tradicional de aquellos que hicieron esto, ellos votan. Es una manera abierta, ni siquiera oculta, para intentar asegurar que las políticas más reaccionarias sean mantenidas permanentemente, sin importar lo que la ciudadanía quiera.

Mitch McConnel [el senador líder de la mayoría] es el genio malvado detrás de esto. Lo ha estado haciendo hermosamente. Asegúrate de que las cortes estén repletas de jueces jóvenes, en su mayoría no calificados, y ultrareaccionarios. Ello asegura que, sin importar lo que el país quiera en el futuro, ellos serán capaces de aniquilarlo. Tal como la mayoría es capaz de hacerlo en la Corte de Roberts [Corte Suprema] ahora. Los republicanos saben que son un partido minoritario. No hay manera de conseguir votos con sus programas reales. Es por eso que tienen que apelar a los, así llamados, “temas culturales” (derechos a portar armas, aborto, etc.) y no a sus políticas reales, que son llenar los bolsillos de los ricos. Esa es la política real. Trump es un genio en esto, unx tiene que admirarlo. Con una mano dice “soy su salvador, estoy trabajando para el pobre muchacho trabajador”, mientras que, con la otra mano, lo apuñala por la espalda. Es impresionante. Es casi seguramente el estafador más exitoso en toda la historia de los EEUU.

Supongo que esto explotará en algún momento, pero hasta ahora se está manteniendo. Ellos están trabajando muy duro para desmantelar cualquier elemento de democracia que hay. Hay modelos en el exterior: Viktor Orbán [primer ministro húngaro] está haciendo lo mismo. De hecho, esto es interesante. Es bastante difícil identificar una estrategia geopolítica coherente a partir del caos en la Casa Blanca, pero hay una que emerge con considerable claridad: formar una coalición internacional de los estados más reaccionarios en el mundo y dejar que esa sea la base para el poder de los EEUU. Así es con Abdel Fattah el-Sisi en Egipto, el peor tirano en la historia egipcia; la familia de dictadores en Arabia Saudita, en particular Mohammad Bin Salman Al Saud, el mayor asesino. Israel, que está muy a la derecha, está ahora en el centro. Narendra Modi en la India… lo que está haciendo es simplemente inefable. Informó con cuatro horas de anticipación la cuarentena total. La mayoría de la población en la India está conformada por trabajadorxs informales. No tienen a dónde ir. No pueden quedarse en casa, no tienen casa. Así que están caminando por las autopistas, tal vez mil kilómetros, hacia cualquier pueblo en algún lugar, muriendo en el camino. Es imposible imaginar lo que esto originará. Pero, dado que la mayoría es pobre y muchxs entre ellxs son musulamanxs, ¿a quién le importa? Él es una pieza mayor en esta coalición reaccionaria internacional. “Chicos simpáticos”, como Orbán en Hungría y semejantes. Les encantan. Matteo Salvini en Italia, uno de los peores gánsteres que hay. En el hemisferio occidental, el mayor representante es Jair Bolsonaro en Brasil, quien está compitiendo con Trump para ver quién puede ser el peor criminal en el mundo. Trump puede ganarle fácilmente debido al poder de los EEUU, pero las políticas no son tan distintas y eso está dañando no sólo a Brasil, sino a todo el mundo. Las predicciones actuales en las revistas científicas señalan que en aproximadamente 15 años el Amazonas pasará de ser un sumidero de carbono a ser un emisor de CO2. Eso es un desastre, es el resultado de los regalos de Bolsonaro a las industrias mineras y los negocios agrícolas. Así que hay tipos intentando crear el próximo mundo. Están trabajando duro, siempre lo hacen. Su lucha de clases constante, implacable, nunca se detiene. Y si les permitimos ganar, estamos perdidos.

CB: A este respecto, usted ha dicho que es realmente valioso leer la prensa de negocios, porque frecuentemente son muy francos acerca de lo que piensan del mundo y de lo que están haciendo, de cuáles son sus planes y esquemas. A nuestro parecer, estamos viendo ahora mucha actividad entre las bases en los EEUU. Las protestas tienen lugar en diferentes sitios. Lxs trabajadorxs se están organizando en respuesta al Coronavirus, mientras son animadxs a trabajar en condiciones inseguras. ¿Están hablando acerca de eso los empleadores? ¿Están preocupados por ello?


NC: ¡Oh, si no lo van a estar! De hecho, como usted sabe, cada enero los tipos que modestamente se hacen llamar “dueños del universo” se reúnen en Davos, Suiza, para esquiar, hablar sobre lo maravillosos que son, y así sucesivamente. La reunión del último enero fue muy interesante. Ven que “lxs campesinxs están viniendo con las horcas” y están preocupados por eso. O sea, hay un cambio. Si unx se fija en el tema de la reunión es “en efecto, hicimos malas cosas en el pasado. Ahora lo entendemos. Estamos abriendo una nueva era en el capitalismo, una nueva era en la que no sólo estamos preocupados por los accionistas, sino por lxs trabajadorxs y la población, y somos tan buenos tipos, tan humanistas, que puedes depositar tu fe en nosotros. Nos aseguraremos de que todo esté bien.”

Y fue muy interesante ver lo que pasó. Había dos conferencistas principales (esto debería mostrarse en cada aula del país). Trump, por supuesto, dio el discurso principal. Greta Thunberg dio el otro discurso. El contraste fue fantástico. El primer discurso es este bufón rabioso, que grita cuán ambicioso es (el número de mentiras es incalculable). El segundo discurso es [el de] una chica de 17 años, dando calmadamente una descripción fáctica, precisa de lo que está pasando en el mundo, mientras mira a estos tipos al rostro y les dice “ustedes están destruyendo nuestras vidas”. Por supuesto, todo el mundo aplaude cortésmente. “Qué simpática chiquilla. Ahora regresa a la escuela”.

La reacción que provocó Trump fue especialmente interesante. A ellos no les gusta. Su vulgaridad y crudeza interfieren con la imagen que están tratando de proyectar como humanistas dedicados. Pero lo aman. Le dieron una ronda de ovaciones; y no podían dejar de celebrar porque entienden una cosa: este tipo, sin importar cuán vulgar es, sabe muy bien qué bolsillos llenar y cómo llenarlos. Así que puede ser un bufón. “Toleraremos sus payasadas siempre y cuando continúe con las políticas que importan”. Esos son los hombres de Davos.

No les importó señalar que ya hemos escuchado esta melodía. En la década de 1950, se llamaba la corporación sentimental [soulful corporation]. Las corporaciones han devenido sentimentales. Ahora están desbordando de amabilidad por la clase trabajadora y todxs lxs demás. Es una nueva era. Bueno, hemos tenido algo de tiempo para ver cuán sentimentales eran, y esto seguirá tal cual.

Por lo tanto, podemos ser convencidxs por el estafador, o pelear de regreso y crear un mundo distinto. Es una muy buena oportunidad para eso ahora. Las protestas que usted mencionó, protestas en todo el mundo. Hay grupos comunitarios de autogestión formándose en los vecindarios pobres, o gente ayudando a lxs otrxs, intentando hacer algo por lxs adultxs mayores que están encerradxs.


Algunos de estos grupos son asombrosos. Fíjese en Brasil, donde el presidente es precisamente una monstruosidad. Para él, la pandemia es sólo un resfriado. “Lxs brasileñxs son inmunes a los virus, somos gente especial”, y así sucesivamente. El gobierno no está haciendo nada. Alguno de lxs gobernadorxs sí, pero no el gobierno federal. Lo peor de esto llegará para las barriadas, las zonas empobrecidas, las áreas indígenas. En las peores barriadas, como las favelas de Rio, lavarse las manos cada par de horas es un poco difícil cuando no hay agua, o aislarse cuando se está hacinadx en una habitación. Pero hay un grupo que llegó e intentó imponer algunos estándares razonables, así como posibles, bajo estas condiciones horribles. ¿Quién? Las bandas criminales que han estado aterrorizando las favelas. Son tan poderosas que la policía tiene miedo de entrar. Ellas se organizaron para intentar lidiar con la crisis de salud.

Esto nos dice algo, al igual que lxs enfermerxs en la primera línea. Allí hay recursos humanos y estos pueden saltar a primer plano en algunos de los lugares más inesperados. No del sector corporativo, no de los ricos, no de las corporaciones sentimentales. Seguramente no de los gobiernos, particularmente de los gobiernos patológicos. Otrxs lo están haciendo mejor. Pero desde la acción popular, esa es la esperanza.

Cuando Bernie Sanders dio su discurso de retirada, enfatizó esto. Dijo que la campaña tal vez termine, pero no el movimiento. Depende especialmente de sus seguidores jóvenes alimentar el movimiento; que eso sea posible. Sin importar lo que suceda, si Trump es reelecto será una tragedia absoluta. Si Biden es electo, no será magnífico. Pero en cualquiera de los casos se tiene que hacer lo que sea posible, y eso no está fuera de alcance.

CB: ¿Usted cree que la mayoría de la gente saldrá de sus casas después de la cuarentena con sus opiniones políticas cambiadas o intactas?

NC: Veremos. Es justamente un tiempo para la reflexión acerca de las cosas de las que estamos conversando. ¿Por qué estamos en esta situación? Lo que estábamos diciendo no es profundo, está en la superficie. No es física cuántica. Piense un poco al respecto: es obvio. Así que tal vez la gente lo haga, o tal vez permanezca hipnotizada por el estafador en la oficina de gobierno.


Recibo cartas de gente pobre trabajadora que dicen “malditos liberales, ustedes están trayendo a todos los inmigrantes para robar nuestros trabajos y Trump nos está salvando”. Tal vez sea posible de llegar hasta ellxs, no es fácil. Estos tipos sintonizan Fox News todo el día. Esa es la cámara de resonancia. Si este programa se viera desde el espacio exterior sin estar al tanto, unx pensaría “¿qué está pasando?” Este loco en la Casa Blanca sale y dice lo que sea que dice, y dice lo contrario al día siguiente. Todo es fervientemente repetido en la cámara de resonancia de Fox. Mientras tanto, él mismo ve Fox News cada mañana para hacerse una idea de qué decir. Es su fuente de noticias y de información. Y después tienes a los tipos inteligentes como Mike Pompeo quienes dicen “Dios mandó a Trump al planeta Tierra para salvar a Israel de Irán”. Ese es el tipo sensible. Es alguna broma irónica que se nos está jugando. Digamos que hay un Dios, tal vez. De ser así, decidió que cometió un error al sexto día, y ahora lo acabará con humor. Simplemente mira cómo esta gente se destruye a sí misma. Eso es lo que parece.

CB: ¿Existe la opción de que los EEUU construyan una cultura de solidaridad y una política laborista al salir de esta [crisis], como hizo el Reino Unido después de la Segunda guerra mundial, que pueda llevar hacia algo como el NHS [servicio nacional de salud] al reconocer todas estas fallas del mercado, al reconocer las ineficiencias y las complicaciones que son creadas cuando se compite en lugar de coordinar recursos? ¿Es posible para los EEUU moverse en esta dirección?

NC: Claro. Lo hemos hecho antes. Yo viví durante la Gran depresión, por eso tengo esta larga barba blanca. Aunque en la década de 1920 el movimiento laborista fue completamente aplastado (mire a David Montgomery, un historiador laborista, uno de sus grandes libros es The Fall of the House of Labor, habla de la década de 1920). [El movimiento laborista] fue aplastado por la administración liberal Wilson, el Primer temor rojo (Red Scare) y todo lo demás. En la década de 1930 [el movimiento] comenzó a revivir. La CIO [Congreso de organizaciones industriales], que organizaba ocupaciones, era una gran amenaza a la administración: “la siguiente idea que les llegará a la cabeza es ‘no necesitamos a lxs jefxs. Podemos administrar este lugar nosotrxs mismxs’. Y listo.” Es un sistema muy frágil.

Bueno, eso generó reacciones. Coincidió con una administración simpatética, lo que es muy importante. Un muy buen historiador laborista, Erik Loomis, estudió caso tras caso de este fenómeno. Él señala que los momentos de cambio positivo casi siempre han sido dirigidos por un movimiento laborista activo, y solamente han tenido éxito cuando coincide con una administración relativamente simpatética o, al menos, una tolerante.

Pues ahora no se tiene eso. Pero, en realidad, si Biden fuera electo, no será genial, pero podría ser presionado. Si el movimiento laborista revive, si el movimiento de Sanders (que es muy significativo, consiguió un gran éxito) despega, podríamos salir una vez más de las crisis capitalistas, tal como se hizo en la década de 1930.

El New Deal no acabó con la Gran depresión, la [la segunda] guerra [mundial] lo hizo, con la producción masiva dirigida por el Estado. No obstante, [la situación] era mucho mejor que hoy. Soy suficientemente viejo como para recordarlo, y mi familia extendida era mayormente gente trabajadora de primera generación, mayormente desempleada, viviendo bajo una pobreza que es mucho peor que la [de la] clase trabajadora hoy. Pero había esperanza. No existía la desesperanza profunda. No existía el sentimiento de que el mundo estaba por terminarse. El ánimo era “de alguna manera saldremos de esta juntxs, trabajando juntxs”. Algunxs de ellxs estaban en el Partido Comunista, algunxs estaban en los sindicatos laboristas. Yo tenía un par de tías que eran costureras desempleadas, pero estaban en la ILGWU [sindicato internacional de obrerxs de vestimentas para damas], que les daba una vida cultural, reuniones, una semana en el campo, actividades teatrales.

Se puede hacer algo. Estamos juntxs, saldremos de esta. Todo lo anterior podría despertar. (Traducción de R.Y. Sandoval para Filosofía Afilada)


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