Al imaginar, somos capaces de trasladarnos sin importar los límites del espacio, el tiempo, o las leyes de la naturaleza. Con la imaginación inventamos presentes alternativos, cambiamos el pasado y creamos un futuro que no está determinado por el presente.
De manera original, cuando Sartre pensó en lo imaginario, vinculó éste a las emociones, particularmente al deseo. En el contexto de esta cita, la imaginación es provocada por la fascinación y el deseo de algo ausente. Aunque la imaginación encuentra un camino alternativo al de la realidad para llegar al objeto que se desea, esta experiencia no satisface el deseo original. Lo imaginario sigue siendo ausente, es esencialmente "pobre" y, por ello, termina incrementando el deseo que provocó su aparición. El mundo real se distingue del imaginario, éste opera como un encantamiento por medio del cual el objeto deseado aparece sin esfuerzo, saltando las distancias y dificultades que el mundo real presenta. Pero eso puede también interpretarse como una suerte de huida de la realidad y complejidad del mundo.
El tema de la imaginación le interesó a Sartre por lo que muestra acerca de la capacidad de la conciencia para sobreponerse a la realidad. En 1936, hizo un repaso crítico de algunas posiciones históricas al respecto en el estudio "La imaginación". El libro "Lo imaginario", de 1940, es una obra a la vez más madura y original, donde desarrolla su propia teoría fenomenológica sobre la imaginación.
Bonus:
"El existencialismo es un humanismo" (Texto completo de 1946)
La última entrevista de Sartre (Concedida a Benny Levy en 1980)
Película en dos episodios sobre la vida de Jean-Paul Sartre:
Película enfocada en la relación Sartre-De Beauvoir: